sábado, 27 de febrero de 2010

Congreso Interino de la Asociación Internacional del Color


© Mauricio Rinaldi (texto)

El Grupo Argentino del Color informa que del 28 septiembre al 1 de octubre de 2010 se llevará a cabo en la ciudad de Mar del Plata, Argentina, el Congreso Interino de la Asociación Internacional del Color 2010. En esta oportunidad el tema será COLOR Y ALIMENTOS: de la granja a la mesa, COLOR AND FOOD: From the Farm to the Table.
La fecha límite para la presentación de resúmenes es el día 30 marzo de 2010 para ponencias orales o posters (en inglés) centrados en alguno de los aspectos temáticos relacionados con el color y los alimentos; a modo de orientación pueden considerarse estas posibilidades: tecnología de alimentos, colorimetría, química del color, física del color, apariencia, iluminación, arquitectura comercial, diseño, packaging, publicidad, comunicación a través del color, expectativas de los consumidores, preferencias de color, psicología del color, etc.
[+ info en http://www.aic2010.org/ y http://www.aic-color.org/ ]

miércoles, 24 de febrero de 2010

Faltan 90 días para la reapertura del Teatro Colón


© Mauricio Rinaldi (texto)
Imagen: Cabina de control de iluminación escénica que funcionó hasta 1979 (en Historia del Teatro Colón, de Caamaño)

Cuando ingresé a la Sección Luminotecnia del Teatro Colón de Buenos Aires en 1986, ya había realizado algunos trabajos en el ámbito de la iluminación escénica. Esa experiencia previa, junto con mis estudios secundarios técnicos en una escuela industrial, me dieron el respaldo de conocimientos para comprender nuevos aspectos de la iluminación. Mi contacto con personas que hacía muchos años que trabajaban en la sección Luminotecnia me hizo conocer cosas que no sabía. Pero al preguntar a muchas de esas personas el por qué de algo, generalmente me respondían: “No sé, esto siempre se hizo así”. Por otra parte, yo nunca me quedé sólo con lo que se decía dentro del Colón, sino que siempre intenté ampliar y fundamentar lo que conocía mediante lecturas y estudios no sólo de iluminación, sino también de diversas disciplinas relacionadas con la tecnología, el arte, el diseño y la filosofía. De esta manera, con el paso del tiempo, me di cuenta de que mis viejos colegas del Colón tenían razón en muchas cosas, pero también de que algunos estaban equivocados en otras, y todo esto sin saberlo ellos mismos. En efecto, los cambios, evoluciones y progresos, tanto técnicos como estéticos, hicieron que esta generación de tiempos pasados no pudiera evaluar lo bueno y lo malo dentro de nuestro trabajo.

Desde siempre se ha dicho dentro del teatro que el Colón es un “teatro escuela”, ya que todo joven que ingresa allí sin saber casi nada aprende su profesión u oficio en el propio hacer cotidiano junto a otros que tienen experiencia. Y esta es la causa de que cuando alguien pregunta por qué algo se hace de cierto modo la respuesta sea “porque siempre lo hicimos así”. La experiencia es algo de gran valor; el contacto vivo con una tarea permite una aprehensión directa e intuitiva del trabajo de gran valor pedagógico. Pero esto sólo no basta en el mundo de hoy; es necesario acompañar la experiencia con conocimientos que fundamenten lo que hacemos. Si no comprendemos lo que hacemos, no podremos saber cuándo algo está mal; la sola experiencia acumula saberes pero también arrastra errores si no se tienen las herramientas conceptuales necesarias para analizar el trabajo. La experiencia sin capacitación sólo es rutina. Lamentablemente, he notado una fuerte resistencia por parte de la mayor parte de mis colegas escenotécnicos del Colón al proponer planes de capacitación y actualización técnica.

Esto que puede parecer fuera de contexto debido a los problemas que hoy tiene el Teatro Colón, es de vital importancia, ya que el desarrollo conceptual ayuda a comprender los problemas con los que no enfrentamos. Si queremos ser parte de un nuevo Teatro Colón que tenga el viejo brillo que supo tener, debemos restaurar nuestro trabajo; no se trata sólo de restaurar un edificio, sino de restaurar principalmente valores profesionales.

[+ info en www.teatrocolon.gov.ar
y en www.habituesdelteatrocolon.wordpress.com ]

jueves, 18 de febrero de 2010

Jornadas de Diseño de Verano 2010 en ARS LUX


© Mauricio Rinaldi

Estudio ARS LUX anuncia sus Jornadas de Diseño de Verano 2010 a desarrollarse a partir del sábado 20 de febrero, las que se prolongarán hasta el sábado 27 de marzo. Cada Jornada aborda un tema específico de la iluminación en un día intensivo de 7 horas y está a cargo de un especialista. Todas estas Jornadas son teórico-prácticas y el costo incluye coffee break, material didáctico y certificado de asistencia. El detalle de estas actividades se da a continuación:

1.Introducción a la Iluminación Escénica, Lic. Mauricio Rinaldi, 27 de febrero.

2.Control DMX512 para Iluminación Robótica y LED RGB, Lic. Mauricio Rinaldi, 6 de marzo.

3.Software Sunlite para Iluminación Escénica, Téc. Pablo Montaño, 11 de marzo.

4.Iluminación con LEDs, Téc. Dis. Leonardo Espeche, 13 de marzo.

5.Iluminación Paisajística, Téc. Dis. Leonardo Espeche, 20 de marzo.

6.Teatro Negro, Lic. Susana Schwartzman, 20 de febrero y 27 de marzo.


[+ info en http://www.arslux.com.ar/ ]

domingo, 14 de febrero de 2010

Faltan 100 días para la reapertura del Teatro Colón


© Mauricio Rinaldi (texto), Aldo Sessa (fotografía).

En la década de 1970 el Teatro Colón de Buenos Aires supo tener el mejor coro lírico del mundo. Este no es un caso aislado, sino que fue una época de grandes figuras en este teatro. No voy a hacer aquí un recordatorio de los músicos, cantantes, bailarines y maestros, tanto nacionales como extranjeros, que trabajaron allí (ya que no es el objetivo de este blog), pero sí debemos mencionar en este contexto a los valiosos diseñadores y profesionales dedicados a la escenografía, al vestuario y a la iluminación cuyo talento ha hecho posible las grandes producciones del Colón que colocaron a este teatro en el primer lugar del mundo. El sistema de autoproducción con el que contó el Teatro Colón hasta su cierre a fines de 2007 será ahora alterado negativamente ya que se desafectará casi un 70% del espacio antes destinado a la producción visual para ubicar allí, entre otras cosas, nuevas salas de ensayo.

Recuperar el primer lugar en el ámbito de la lírica mundial implica una fuerte acción del gobierno con un plan a largo plazo, pero también la recuperación de una consciencia de quienes trabajamos allí respecto del valor de nuestras tareas. Ahora, con el Colón cerrado, deberíamos tomar esta situación como oportunidad para desarrollar planes de formación y capacitación escenotécnica, ya que es una de las mejores maneras de recuperar ese primer lugar en el mundo lírico. La desaparición de algunos talleres y la expulsión de otros del interior del edificio del Colón provocarán una pérdida de tradiciones que definen un modo y una calidad de producción teatral. Sólo la implementación de actividades continuas y sostenidas en el tiempo orientadas a la formación y actualización de técnicos teatrales permitirá mantener vivos estos conocimientos y, además, desarrollar e incorporar otros nuevos. Nadie hará por nosotros lo que nosotros no hagamos.

En la década de 1980 hubo una temporada en la cual el programa de mano del Colón presentaba una fotografía de Aldo Sessa: la cabecera de bronce que tienen las butacas de platea con el número de ubicación, en este caso la platea número 1. Es el primer lugar del teatro, pero el teatro ya no tiene el primer lugar.

[+ info en www.teatrocolon.gov.ar ]

sábado, 6 de febrero de 2010

Théorie, technique et technologie de l’eclairage muséographique, libro de Jean-Jaques Ezrati

© Mauricio Rinaldi (texto)

Tengo la buena suerte de conocer personalmente al autor de este libro por lo cual puedo hablar desde un punto de vista diferente respecto de los comentarios que he hecho de otros libros. En efecto, con Ezrati nos hemos conocido durante un congreso de la Comisión Internacional de Iluminación, CIE en Varsovia, Polonia, en 1999, y a partir de ese momento hemos mantenido contacto ya que él viaja con frecuencia a Buenos Aires. En 2006 Ezrati dictó un seminario de iluminación museográfica en Buenos Aires organizado por la Comisión Internacional de Monumentos, ICOM, al cual asistí. Jean-Jaques domina el español bastante bien, pero el seminario fue desarrollado en francés con el apoyo de un traductor. Debido a esta situación, me ofrecí a relevar el contenido del seminario elaborando un artículo que el ICOM distribuyó luego entre los asistentes.

Jean-Jacques Ezrati comenzó su carrera en el ámbito de la iluminación escénica, pero gradualmente pasó al de la iluminación museográfica y hoy es asesor para los principales museos y galerías de Francia. Por ello, muchas de sus ideas me son fáciles de comprender, ya que, para él, se trata de dar a los objetos de una colección exhibidos en un museo un contexto visual que ayude a tanto su comprensión y presentación como a su conservación. Es el balance entre lo estético y lo técnico lo que debe buscarse en este tipo de diseño de iluminación (a diferencia del teatro, donde lo estético es lo principal). En efecto, la luz puede producir diferentes tipos de daños en los objetos, lo cual debe ser evitado en el caso de las colecciones museísticas. Ello obliga a observar una serie de condiciones técnicas de exhibición respecto de la iluminación de dichos objetos.

El libro de Ezrati desarrolla de una manera precisa y mediante un discurso ameno los problemas fundamentales de la iluminación museográfica, desde la concepción de la luz (lo que yo llamo el concepto estético), hasta los recaudos técnicos y su implementación tecnológica. El libro se estructura en 5 capítulos y anexos que tratan los siguientes aspectos: 1.El museo, la luz y la exposición; 2.Luz y tecnología; 3.Tecnología y Técnica; 4.De la luz a la iluminación; 5.Bases de colorimetría. En los anexos se brindan datos de contacto de empresas y fabricantes de equipamientos de iluminación, y un glosario específico de la iluminación museográfica. Completa la obra una bibliografía general y específica.

EZRATI, JEAN-JACQUES, Théorie, technique et technologie de l’eclairage muséographique, ediciones AS, colección Scéno +, París, 2002. (ISBN: 2-912017-20-3. 143 páginas, 68 figuras).

jueves, 4 de febrero de 2010

Faltan 110 días para la reapertura del Teatro Colón


© Mauricio Rinaldi (texto)
Imagen: vista axonométrica, en Master Plan Teatro Colón, pág. 11.

En una publicación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del año 2006 titulada Master Plan Teatro Colón. Puesta en valor y actualización tecnológica las autoridades porteñas dan detalles sobre las obras de restauración que han llevado a cabo hasta ese momento y las que deben aún realizar hasta la reapertura de la primera casa de ópera de América latina. En la página 11 de la publicación mencionada podemos observar una representación gráfica general del edificio original con las ampliaciones que ha hecho de este teatro uno de los mejores del mundo respecto del modo de producción propia o, como también se dice, de autoproducción. En efecto, según la publicación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el edificio original de 1908 contaba con 35.400m2; una ampliación de 1938 agregó otros 2.450m2; finalmente, en 1970 se agregaron 19.910m2, los cuales constituyen los inmensos 3 subsuelos que se desarrollan por debajo de la Avenida 9 de Julio. De esta manera, actualmente el Teatro Colón cuenta con 58.000m2 totales.

Hasta su cierre a fines de 2007 la organización del Teatro Colón presentaba un equilibrio entre las áreas de producción artística y las áreas de producción técnica, lo cual puede observarse en la distribución de espacios en el tercer subsuelo. Allí, un pasillo que cruza en dirección este-oeste por debajo del plano de la fachada norte (calle Viamonte) dejaba de un lado las 3 salas de ensayo, una de las cuales (llamada 9 de Julio) tiene la misma superficie que el escenario del teatro, y del otro lado los talleres de escenografía y de montaje escenográfico. Además, en los 3 subsuelos se distribuían las áreas de vestuario (peluquería, zapatería y sastrería) y los talleres de utilería. Este tipo de organización hizo que diseñadores, escenógrafos, iluminadores, vestuaristas y reggiseurs de todo el mundo manifestaran su admiración y, a la vez, la comodidad y operatividad por poder contar con todo lo necesario para la producción dentro del mismo edificio. Incluso para los artistas era un factor favorable, ya que luego de un ensayo podían ir al taller de sastrería y probarse un vestuario sin tener que trasladarse a otro lugar.

Ahora, la reforma de esta nueva restauración implica no un agregado de espacios, sino la refuncionalización de los espacios existentes. Según los nuevos planos que se han publicado en un blog que habla de los problemas del Colón, casi el 70% de las áreas de talleres del tercer subsuelo serán destinadas a salas de ensayo, con lo cual el teatro perderá en gran medida su capacidad de producción técnica, aún cuando se habla de talleres externos que reemplazarían a los que se perderán.

En su novela El gran teatro, Manuel Mujica Lainez nos presenta un retrato de la sociedad porteña de los ’40 precisando sus virtudes y miserias (sobre todo, éstas últimas) e intercalando detalladas descripciones de la arquitectura del Teatro Colón. Según el escritor, se trata del teatro más bello del mundo (opinión que tiene el apoyo de artistas que han pasado por su escenario). Pero la grandeza del Teatro Colón no se debe sólo a su volumen edilicio y su ornamentación arquitectónica (que han sido declarados Monumento Histórico Nacional), sino que está dada por una historia de excelentes producciones que, lamentablemente, ha tenido una curva descendente en los últimos años. Así, hemos pasado de ser un gran teatro a ser un teatro grande. Y esta es la perspectiva con la que, previsiblemente, se reabrirá el Teatro Colón el 25 de mayo de este año.


[+ info en www.teatrocolon.gov.ar
y en www.habituesdelteatrocolon.wordpress.com ]