viernes, 17 de mayo de 2013

Bajo Consumo (Parte III): Los medios de comunicación ya se hacen eco del peligro de las bombillas de bajo consumo


Nota: El siguiente artículo fue publicado el 17 de mayo de 2012 en el sitio web citado al final.
 

Las bombillas de bajo consumo contienen sustancias químicas que pueden causar cáncer. Los temores se han vuelto a levantar a raíz del estudio publicado por un grupo de científicos en el que se advierte de que estas bombillas tienen productos químicos que causan cáncer. Estos productos químicos cancerígenos se liberan al encender las bombillas de bajo consumo.

 
 
El Informe advierte que estas bombillas no se deben dejar encendidas durante períodos largos de tiempo, sobre todo si se encuentran cerca de la cabeza de alguien, ya que emiten materiales tóxicos al encenderlas. Peter Braun, que ha realizado pruebas en el Laboratorio Alab de Berlín, dijo: “Ante la presencia de estas sustancias cancerígenas, es importante que se mantengan lo más lejos posibles del medio en el que se desenvuelve los seres humanos”.

Estos bulbos ya se utilizan ampliamente en muchos países después de que la unión Europea aprobase una directiva que eliminaba la iluminación incandescente tradicional. Sin embargo, los científicos alemanes afirman que se liberan varios productos químicos cancerígenos y tóxicos cuando se encienden las lámparas fluorescentes compactas (LFC), encontrándose entre ellos el fenol, el naftaleno y el estireno.
 
Andreas Kirchner, de la Federación de Ingenieros Alemanes, dijo que “se produce una contaminación en torno a estas lámparas. Yo, por tanto, las uso con poca frecuencia. No deben ser utilizadas en áreas sin ventilación y nunca si se encuentran cerca de la cabeza”.

Los expertos británicos dicen que se necesita realizar más investigaciones y señalaron que los consumidores no deben por ello sumirse en el pánico. La Dra. Michelle Bloor, profesora de Ciencias Ambientales de la Universidad de Portsmouth, dijo al Dayly Express:Deben llevarse a cabo otros estudios independientes para respaldar las investigaciones del equipo alemán”.

El Departamento de Medio Ambiente insiste en que estas bombillas son seguras, a pesar del hecho de que contienen pequeñas cantidades de mercurio que se puede derramar si el vidrio se rompe. En el sitio web se dice: “Las bombillas de bajo consumo no suponen un peligro para las personas. A pesar de que contienen 5 mg de mercurio por cada lámpara, no se libera si la lámpara se mantiene intacta. En cualquier caso, tan pequeña cantidad presenta en una bombilla es poco probable que cause daño, incluso si se rompe”. [Mercurio: ficha internacional de seguridad química. En la ficha se dice: Límites de exposición profesional (INSHT 2012): VLA-ED: 0,02 mg/m3 ].

Otro informe del profesor de Biología Abraham Haim, de la Universidad de Haifa en Israel, señala que estos bulbos pueden aumentar las tasas de cáncer de mama si se utilizan por la noche. Dice que las lámparas fluorescentes compactas emiten una luz más azulada que la luz de día, lo que altera la producción de la hormona melatonina por el cuerpo. Las antiguas bombillas incandescentes emitían una luz amarilla, más parecida a la natural.

La Asociación de Acción contra la Migraña ha advertido que estas bombillas pueden desencadenar migrañas y los dermatólogos han afirmado que su luz intensa pueda aumentar los problemas ya existentes de piel.
 


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