viernes, 20 de abril de 2012

Encender una candela (relato taoista)



Traducción del italiano de Mauricio Rinaldi
Imagen: “Fuegos de zorras cerca del árbol de hierro en Oji", grabado en madera (33,5cm x 23,4cm) de Ando Hiroshige (1797-1858), septiembre de 1857, Museo de Newark, Newark.
El anciano príncipe Ping, señor de la guerra en tiempos de los Reinos combatientes, dijo un día al viejo ciego que prestaba servicios en su corte como maestro de música:

-Desearía mucho leer las palabras de los antiguos sabios, pero los asuntos de Estado y los campos de batalla me lo impidieron siempre. Hoy, pasados los sesenta años, ¿no es demasiado tarde para comenzar?

-Cuando es de de noche, respondió el músico, enciendo una candela.

El príncipe se sorprendió por aquella respuesta en boca de un ciego.

-Pero, ¿cómo?, se resintió, yo te abro mi corazón y tú me respondes con un golpe.

Impasible, el maestro de música retomó.

-Cuando se estudia de jóvenes, se tiene el sol del mediodía. En edad madura, la luz del crepúsculo. Y en la vejez, como dicen los antiguos sabios, “mejor encender una candela que maldecir la oscuridad”.


Tomado de FAULIOT, PASCAL, Racconti dei saggi taoisti, edición en italiano, L’ippocampo, Milán, 2009 (edición original en francés: Editions du Seuil, París, 2004).

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