© Mauricio Rinaldi
En noviembre de este año se llevó a cabo el 2° Encuentro de la Fundación Red del Teatro Español de América, TEA, en la ciudad de San Carlos de Bolívar, provincia de Buenos Aires, Argentina. La fundación TEA se propone la recuperación de los teatros que fueron construidos por las colectividades españolas durante la primera mitad del siglo XX en diferentes ciudades de la provincia de Buenos Aires. Para ello, la fundación ha establecido convenios de cooperación con España. El plan inicial contempla la recuperación de los teatros de la provincia de Buenos Aires, para lo cual se ha llevado a cabo un exhaustivo análisis de los teatros existentes y de las prioridades en la restauración de estas casas de cultura.
En el encuentro de este año se desarrollaron diversos seminarios destinados a técnicos y gestores teatrales: Marketing Cultural (Maximiliano Bongiovanni), Problemáticas de la Gestión Cultural Municipal (Carlos Schulmaister), Herramientas de Comunicación y Prensa (Simkin y Franco), Creación de Públicos y Escuela de Espectadores (Ana Durán), Herramientas para la Producción de Teatro (Lorenzo Juster), Herramientas para la Gestión de la Sala Teatral (Roberto Castro), Taller de Sonido (Alejandro Vázquez y Guillermo Tello) y Taller de Iluminación (Mauricio Rinaldi).
He tenido la oportunidad, una vez más, de constatar la necesidad de formación e información que existe en el interior de nuestro país respecto de la tecnología y el diseño de iluminación en el ámbito del espectáculo. La expectativa con la que fui recibido fue realmente sorprendente por parte de un grupo que, en lo reducido de su número (apenas 10 personas), parecía una multitud dadas las inquietudes sobre los problemas de la iluminación escénica. Técnicos de Bolívar, de Saladillo, de Luján y otras localidades cercanas a Bolívar de diferentes edades, experiencia y proveniencia aprovecharon el taller teórico-práctico de iluminación que dictamos en el teatro Artecon.
Para quien se ha habituado a vivir en Buenos Aires resulta impresionante la fuerza y la voluntad de trabajar que existe en el interior a veces con medios técnicos paupérrimos y precarias condiciones de montaje. La valoración que esta gente le da al trabajo es muy diferente de la que se le da en la capital argentina; no digo que en Buenos Aires no haya personas realmente interesadas en la iluminación, sino que hay otra perspectiva valorativa. Y esto se repite siempre que alguien de Buenos Aires (o alguien con más conocimiento que otros) llega a lugares del interior en los que nunca han visto que se puede trabajar de diferentes maneras con la luz. A veces, no logro concebir cómo aún estamos en este estado de cosas y no ha habido un desarrollo en lo referente a la formación escenotécnica en general. Y entonces viene a mi mente lo que tantas veces se dice: en este país está todo por hacer, como si esto fuera algo positivo. Espero que alguna vez podamos dejar de decir que en este país está todo por hacer (ya que hace 200 años que esto es así) y comenzar a hacer algo que quede firme con continuidad en el tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario