© Mauricio Rinaldi (texto y fotografías)
Entre
los días 13 y 16 de noviembre de este año se desarrolló el Primer Congreso
Nacional de Escenografía en la ciudad de Tandil, provincia de Buenos Aires,
Argentina, organizado por el Instituto de Estudios Escenográficos en Artes
Escénicas y Audiovisuales (INDEES) de la Universidad Nacional del Centro
(UNICEN). Se trata de un acontecimiento altamente positivo dado que es el
primer congreso dedicado especialmente a este aspecto de la producción teatral.
Organizado en sesiones de ponencias, mesas redondas y presentación de libros,
el congreso brindó la posibilidad para que estudiantes, docentes,
investigadores y profesionales del teatro pudieran encontrarse y debatir puntos
de vista y experiencias diversas. Si bien sólo he podido estar presente los dos
primeros días, pude hacerme un panorama general de los intereses y
problemáticas presentes en quienes se dedican a o están en contacto con la
escenografía, directa o indirectamente, ya sea desde el punto de vista
profesional o desde la actividad docente.
Facultad de Arte, Universidad Nacional del Centro
Un
aspecto debatido en la mesa redonda integrada por los escenográfos Héctor
Calmet, Carlos Di Pasquo y Norberto Laino fue el de la caracterización del
escenógrafo al ponerse en discusión las dos tradiciones formativas: la plástica
y la arquitectónica. En efecto, son muchos los escenógrafos que se forman como
plásticos, pero también son muchos los que provienen de la arquitectura o
tienen influencia de esta disciplina. Tal dicotomía es ilusoria o,
eventualmente, sólo puede ser útil a los fines analíticos, ya que en lo
concreto toda escenografía es una creación plástico-estructural (el arquitecto
propone modos de habitar; el plástico manifiesta un modo de expresión; el escenógrafo
propone modos plásticos de habitar para los personajes de una obra teatral).
Por otra parte, hubo consultas a los integrantes de la mesa, especialmente
provenientes de estudiantes, respecto de las posibilidades laborales y de
inserción profesional en el medio teatral una vez finalizados sus estudios.
También se interrogó a los escenógrafos invitados sobre los procesos creativos
y de diseño que ponen en marcha a la hora de encarar un proyecto, quedando
manifiesta una diversidad de metodologías y posibilidades procesuales.
Exposición de Escenografía dedicada a Guillermo de la Torre
Una
sesión de ponencias dedicada a la formación académico-profesional dejó al
descubierto un conjunto de opiniones negativas respecto de los planes de
formación en el seno de los estudiantes o de los egresados noveles. Los
reclamos pueden organizarse como sigue: la relación entre teoría y práctica en
la formación del escenógrafo que se juzgó mayormente como inadecuada, los tipos
y alcances de los contenidos de los planes de estudio que se percibieron como
no pertinentes en muchos casos, y la relación entre los conocimientos y
habilidades adquiridas en la carrera y la realidad del mundo laboral que no
brinda un tránsito articulado de lo académico a lo profesional. También se
discutieron las reformas de planes de estudio recientes y en curso en
diferentes instituciones educativas de la Argentina, y se comentaron planes
implementados en carreras creadas en los últimos años.
Especialmente
interesante resultó la sesión de presentación de libros (los cuales
comentaremos detalladamente en este blog). Marcelo Sienra, del Teatro Solís de
Montevideo, Uruguay, presentó una publicación del Centro de Investigación y
Difusión de las Artes Escénicas titulada Dibujar
el Escenario, de Daniela Bouret y Gonzalo Vicci, en la cual se recopilaron
unos 300 bocetos de escenógrafos que trabajaron en este teatro entre 1948 y
1995. Por su parte, Juan Carlos Malcún, de la Universidad de Tucumán, presentó
el libro Los muros y las puertas en el
teatro de Víctor García, publicado por el Instituto Nacional del Teatro,
donde analiza los diferentes conceptos espaciales de este director teatral. Por último,
Norberto Laino presentó Hacia un lenguaje
escenográfico, obra de su autoría en la que expone brevemente su
metodología de trabajo y analiza diversas producciones escenográficas creadas
para espectáculos de diferentes géneros.
Boceto del escenógrafo Carlos Di Pasquo
Durante
el congreso su pudieron visitar las exposiciones de escenografía dedicadas a
Guillermo de la Torre, en la Facultad de Arte, y de Carlos Di Pasquo, en el
Museo Municipal de Bellas Artes de Tandil.
Como
vemos, las inquietudes y expectativas fueron variadas y podemos concluir que
hay un espíritu general de dar organización sistemática a la formación del
escenógrafo y de definir también un perfil profesional más allá de la
diversidad de modos de trabajo y de las tradiciones.
[+
info en: www.indees.com.ar y www.arte.unicen.edu.ar ]
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