Escenografía de A. Appia
Este trabajo
ha sido presentado en el Primer Congreso Nacional de Escenografía, Universidad
Nacional del Centro, Argentina, 2013. Publicado en la revista EscenaUno, Universidad
Nacional del Centro, N° 1, junio de 2014.
Adolphe
Appia (Ginebra, Suiza, 1862 – Nyon, Suiza, 1928).
Critica la contradicción
entre dos tipos de luz en el escenario: la luz fingida (pintada en la
escenografía, y que no corresponde al actor) y la luz real (que incide sobre el
actor, pero no atañe a la escenografía). Define al actor como el principal
elemento del que un autor dispone para poner en escena su obra. Siendo el actor
tridimensional, se contradice con los planos bidimensionales de la
escenografía.
Su propuesta para eliminar estas contradicciones es de tipo
genético: si el actor se mueve en un espacio sin predeterminar (como
contrariamente ocurre con la escenografía barroca), sus movimientos definen el
espacio que necesita para sus acciones. Por lo tanto, surge una escenografía
tridimensional acorde a la tridimensionalidad del actor. Y es la luz la que da
coherencia visual y plástica al conjunto escénico actor-escenografía. Si,
además, el texto se regula en el tiempo, por ejemplo, mediante la música, los
movimientos del actor serán precisos y la definición de la escenografía será la
consecuencia necesaria del desarrollo del texto. En este sentido, la música es
fundamental para liberar al actor del espacio escenográfico preconcebido. La
plasticidad de la luz hace posible la transformación del espacio a través del
tiempo y la instauración del carácter apropiado para cada fragmento del drama.
A partir de estas consideraciones, la luz incide en elementos tridimensionales
(actor y escenografía), dándole al conjunto unidad plástica y coherencia
visual.
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