martes, 16 de junio de 2015

La luz y el espacio escénico: los antecedentes de una poética lumínica (Parte XI)


Clavilux



 

Este trabajo ha sido presentado en el Primer Congreso Nacional de Escenografía, Universidad Nacional del Centro, Argentina, 2013. Publicado en la revista EscenaUno, Universidad Nacional del Centro, N° 1, junio de 2014.

 

Otros intentos fueron los del estadounidense Thomas Wilfred (Dinamarca, 1889 – Estados Unidos, 1968), con su catedral sin paredes (Cathedral without Walls) consistente en un espectáculo al aire libre donde un coro canta rodeado de luces de colores cambiantes presentado en 1918 en el Central Park de New York. Su intención era unificar a los individuos socialmente fragmentados en un todo social armonioso. En 1922 creó el clavilux, un complejo dispositivo con prismas móviles, lentes caleidoscópicas y espejos curvos que proyectaba formas cromoluminosas sobre una pantalla. Entre otras, hubo presentaciones en el Art Deco Exposition de 1925 en París y en el Metropolitan Museum de New York. Wilfred llamó lumia al arte de la luz considerándola la Octava Arte cuyas primeras manifestaciones fueron sus propias obras. Se trataba de composiciones no figurativas de luz coloreada en movimiento. En 1930 presentó lumia para la apertura del Art Institute of Light proponiendo el uso de la luz con la misma actitud que el músico cuando usa el sonido o el escultor la piedra. En la concepción de Wilfred hay dos alternativas: o bien se crea un acompañamiento musical para una obra lumia ya existente, o bien se diseña una obra lumia para acompañar una composición musical preexistente. En todo caso, lo que debe evitarse es intentar una traducción entre luz y sonido para no caer en los problemas de la música de los colores. Observamos aquí la intención de dotar a la luz de una autonomía absoluta, por lo que el ideal de este artista es el desarrollo de obras lumínicas con total ausencia de música, con lo cual el silencio tiene valor propio, dejando que lo visual se desarrolle en el tiempo con independencia de otras instancias. En la visión de Wilfred, la luz es cercana a la danza, ya que la luz es como un bailarín bajo la dirección del coreógrafo iluminador. Así, la luz puede ser un acompañamiento visual para el teatro y la danza pero manteniendo su libre expresión.

 

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