martes, 11 de julio de 2017

La ópera como antecedente de las industrias culturales (Parte IX)



C. W. Gluck

Este trabajo fue presentado en el XVIII CONGRESO INTERNACIONAL DE TEATRO IBEROAMERICANO Y ARGENTINO, Buenos Aires, 4 al 8 de agosto de 2009.
 
En tercer lugar, el desarrollo de la música y su consecuente formalización, entre otras cosas, mediante la escala temperada establecida por Bach, y el desarrollo de formas musicales altamente formales como la fuga.[1]

Este espíritu de época formalizador se manifiesta en Gluck (1683-1764), quien asignó funciones dramáticas definidas a determinadas formas musicales: el aria para la expresión de emociones, el recitativo para la acción y el coro para los comentarios.[2] La importancia de la música en la ópera no es sólo en lo referente a sus valores estéticos, que es como la pensaron sus creadores de la Camerata Fiorentina, sino que, para los fines de este estudio, tiene la importancia de estipular con precisión los tiempos del drama. En efecto, la ópera permite conocer todos los tiempos, tanto los textuales (es decir, los correspondientes a los parlamentos de los personajes) como los intertextuales (o sea, aquellos que transcurren entre parlamentos).[3] Por ejemplo, no se puede afirmar la duración del Macbeth de Shakespeare, dado que dependerá de los ritmos y velocidades de dicción y de acción determinados por el director de escena, pero se conoce con bastante precisión la duración del Macbeth de Verdi a partir de la partitura, aún con las diferencias que puedan existir entre interpretaciones musicales de diversos directores de orquesta.

El control del tiempo en el teatro es fundamental no sólo desde el punto de vista estético, sino también para la producción técnica del espectáculo, y siendo la música el arte del tiempo por excelencia, la ópera pasa a ser el género de espectáculo de máximo control de producción. La administración controlada del tiempo es así un factor más de control en la producción escénica.
 


[1] Johann Sebastian Bach. Los días, las ideas y los libros, p.115-120, y 121 yss.
[2] Diseño de iluminación teatral, p. 123 y ss.
[3] Diseño de iluminación teatral, p. 121 y ss.

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