lunes, 16 de agosto de 2010

El sobrediseño: problemas sobre el diseño actual (parte 9)


© Mauricio Rinaldi (texto)

A continuación presentamos la novena y última parte de “El sobrediseño: problemas sobre el diseño actual”, publicado en Reflexión Académica en Diseño y Comunicación, Universidad de Palermo, Año XI, Vol. 13, febrero 2010. ISSN: 1668-1673 (págs. 110-114).


Conclusiones

Si consideramos el diseño como un acto creador que pone en marcha un proceso de recepción, elaboración y reorganización de los datos de la experiencia, vemos que su resultado, el objeto de diseño, posee dos niveles constitutivos: su aspecto funcional y su aspecto expresivo. En este sentido, el objeto bien diseñado responde coherentemente al recorrido motivo-forma-materia-tratamiento.
Por otra parte, la disolución de los límites, tanto en el terreno del arte como en el del diseño industrial, resulta en la importación y/o migración técnico-conceptual de modos de trabajo de una disciplina a otra, y si este movimiento es acentuado, se produce la pérdida de identidad del objeto producido. Pero esta pérdida de identidad no es sólo respecto de su valor simbólico, sino que afecta a la funcionalidad del objeto. Es decir, cuando se pierde de vista el equilibrio entre función y expresión, y se altera el curso del arco que lleva del motivo al tratamiento, entonces la función del objeto queda en segundo lugar frente a su expresión. Se da, entonces, un fenómeno que podemos caracterizar como sobrediseño, el cual se caracteriza por: 1. Superposición o solapamiento del nivel expresivo al nivel funcional del objeto; 2. Atrofia funcional o disminución de la utilidad del objeto; 3. Espectacularización del objeto. El resultado es que el entorno en el que habita el hombre adquiere el carácter de escenografía y, por lo tanto, el hombre queda sin capacidad de acción; el sobrediseño produce situaciones para contemplar.
Una posible solución a este estado de cosas es retomar la estrategia de corte estructuralista, según la cual podemos definir un orden en una determinada situación de partida definiendo pares dialécticos, es decir, pensar la realidad sobre la que debemos actuar y para la que debemos diseñar mediante conceptos opuestos. Esto nos permite tener una visión de conjunto y de interacción entre las partes que constituyen un todo, por lo que el objeto que resulte de un proceso basado en estos pares dialécticos tendrá mayores garantías de responder a los requerimientos previstos. Volvemos así a una vieja premisa: el diseño se sustenta en un concepto sólido.


Bibliografía

AA.VV., Ensayos sobre diseño, Ediciones Infinito, Buenos Aires, 2001.

BRYER, GASTÓN; DOBERTI, ROBERTO y PANDO, HORACIO, Bases conceptuales del diseño, ediciones de la Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, 2000.

CALVERA, ANA, Lo bello de las cosas. Materiales para un estética del diseño, Gustavo Gili, Barcelona, 2007.

GONZALEZ RUIZ, GUILLERMO, Estudio de diseño, EMECE, Buenos Aires, 1994.

Instituto Argentino de Racionalización de Materiales, IRAM, Manual de dibujo técnico, Buenos Aires, 1974.

MARGOLÍN, VÍCTOR et at., Las rutas del diseño: estudios sobre teoría y práctica, Nobuko, Buenos Aires, 2005.

SCOTT, ROBERT, Fundamentos del diseño, Víctor Lerú, Buenos Aires, 1967.


[+ info en www.esteticadelaluz.com.ar
o en www.arslux.com.ar ]

No hay comentarios:

Publicar un comentario