sábado, 2 de julio de 2016

Buena danza de Corpo y algo más





 

Hace pocos días he asistido al espectáculo del Grupo Corpo, una compañía brasilera de danza moderna considerada entre las mejores del mundo, ofrecido en el teatro Coliseo de la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Este espectáculo de excelente calidad técnica y artística en lo que se refiere a la danza, se compone de dos obras: Suíte branca y Dança sinfónica, cada una con aspectos visuales propios.

 

En primer lugar, Suíte branca (música de Samuel Sosa, escenografía de Paulo Pederneiras e iluminación de Paulo Pederneiras y Gabriel Pederneiras), nos muestra un escenario totalmente despejado con un fondo blanco que simula betas e irregularidades de grandes piedras. A pesar de sus grandes dimensiones, este fondo no resulta visualmente invasivo, y ello se debe, en gran medida al adecuado tratamiento de la iluminación. En efecto, la luz juega con este fondo creando diferentes claroscuros según la dirección desde la cual incide. En el piso, los bailarines están iluminados básicamente por luz general. Tanto el fondo como el piso reciben luz blanca de leve tendencia fría. Si bien hay un uso de la luz lateral, predomina, sin embargo, la idea de la luz cenital con adecuados acompañamientos de contraluz que realzan el volumen los cuerpos de los bailarines.

 

En segundo lugar, Dança sinfónica, (música de Marco Antônio Gimarães, escenografía de Paulo Perederneiras, vestuario de Fresusa Zechmeister e iluminación de Paulo Pederneiras y Gabriel Pederneiras), es una obra creada para celebrar los 40 años de la compañía a partir de la idea del recuerdo y música especialmente compuesta para la ocasión. La escenografía consiste en un fondo negro con irregularidades que parecen producirse por el brillo de un material con nylon; las patas son rojas. Por su parte el vestuario consiste en una malla negra para los hombres y una malla roja para las mujeres. En esta obra la iluminación fe trabajada predominantemente en blanco, con intervenciones momentáneas y moderadas de luz azul. Además, hay un uso más contrastado de la iluminación, es decir, un juego más evidente la luz lateral y de la contraluz, incluyendo momentos de luz sectorizada que alternan con la iluminación general.

 

El saludo final merece un comentario desde lo visual, ya que forma parte de esta segunda obra, precisamente, debido a la escenografía. La obra termina con un abrupto oscuro. Al volver a escena la luz, ya todos los miembros de la compañía están presentes para el saludo (como es costumbre), pero el fondo ha cambiado: ahora vemos un mosaico constituido por fotografías informales de la compañía (bailarines que se han hecho una selfie en una gira, teatros donde han actuado, backstage de ensayos, etc.), las cuales son un recorrido visual de su trayectoria. Esto está en relación con la idea sobre la cual se basó el coreógrafo, el director de la compañía, para crear la obra: el recuerdo, con el fin de festejar los 40 años de actividades.

 

Más info en:

www.grupocorpo.com.br

www.youtube.com/grupocorpooficial

No hay comentarios:

Publicar un comentario