Escenografía barroca
Este
trabajo fue presentado en el XVIII CONGRESO INTERNACIONAL DE TEATRO IBEROAMERICANO Y ARGENTINO, Buenos Aires, 4 al 8 de agosto de 2009.
En segundo lugar, el
descubrimiento de América en 1492 impulsó el desarrollo de las técnicas de
navegación. En este sentido, se desarrolló todo un conjunto de elementos como
poleas, aparejos y mástiles unidos por cuerdas con técnicas para desplegar y
enrollar grandes velas, para torcer el timón y para elevar cargas en los
puertos; y todas estas operaciones debían efectuarse con rapidez, seguridad y
con la menor cantidad de hombres posible. Así, para el inicio del siglo XVII se
contaba con navíos técnicamente bien equipados. Toda esta técnica marina fue
tomada por el teatro para manipular los telones y rompimientos, pero también
permitió un gran desarrollo de la maquinaria escénica para obtener efectos como
personajes voladores, ascensión de grupos como coros sobre plataformas que
ascendían desde abajo del escenario y movimientos de grandes partes de
escenografía. Cabe destacar que el primer complejo de maquinaria escénica fue
ideado por Giacomo Torelli, ingeniero de los astilleros venecianos nacido en
Fano, Italia, en 1608, a partir del cual todos los elementos de la escenografía
(telones, bambalinas, bastidores y fondos) podían ser cambiados en pocos
segundos por la acción de un solo maquinista que operaba un tambor.[1] A partir
de esta concepción mecánica del escenario, surgirán diversos desarrollos
inspirados en la tecnología de navegación, constituyéndose la caja escénica como
un espacio con tecnología adecuada para la operación estandarizada de la escenografía.[2] Aquí el
concepto de montaje de Benjamin considerado como el ensamble de partes
prefabricadas para componer una obra es el que sustenta este desarrollo
escenotécnico.
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