miércoles, 30 de junio de 2010

El sobrediseño: problemas sobre el diseño actual (parte 2)


© Mauricio Rinaldi (texto)

A continuación presentamos la segunda parte de “El sobrediseño: problemas sobre el diseño actual”, publicado en Reflexión Académica en Diseño y Comunicación, Universidad de Palermo, Año XI, Vol. 13, febrero 2010. ISSN: 1668-1673 (págs. 110-114).


Conceptos sobre diseño

Siempre que hacemos algo por alguna razón definida, hemos realizado un diseño; diseñar es un acto humano fundamental. Pero además de ser un acto que cumple con una finalidad, el diseño es un acto creador. Aquí se plantea entonces un doble problema: a) ¿cómo distinguimos un acto creador?, b) ¿cómo sabemos si cumple o no su finalidad? En cierto modo las respuestas a estas cuestiones nos son conocidas por intuición y esto es importante ya que en el diseño la sola comprensión racional, sin el apoyo de la sensibilidad, no produce buenos resultados.

El hecho de que el diseño sea un acto teleológico (o sea, con alguna finalidad) está indicando que este acto satisface alguna necesidad humana (individual o colectiva); es decir, hay en el diseño una función, pero más allá de la función del objeto de diseño, está su expresión. Por ejemplo, dos culturas distintas pueden tener la misma necesidad de transportar grandes cantidades de piedras. Ambas culturas se empeñarán entonces en el diseño de un objeto cuya función sea la de poder transportar dichas piedras: ambas diseñarán un carro. Pero estos carros presentarán diferencias, no en lo funcional (ya que ambos tienen la misma finalidad), sino en el carácter expresivo que se les ha otorgado. Es decir, además de la función del objeto, está el placer de contemplar el objeto mismo. De este modo, en todo objeto de diseño están presentes simultáneamente la funcionalidad y la expresividad, y según el tipo de objeto de que se trate, el acento estará en uno u otro aspecto. Como ejemplos extremos podemos citar el instrumento científico (en cuyo diseño se ha atendido prioritariamente a la funcionalidad) y la obra de arte (cuyo diseñador privilegia la expresividad).

En el problema de distinguir un acto creador no siempre es fácil separar el aspecto funcional del expresivo. Por lo general, una necesidad humana que lleva al acto creador, es compleja; de ahí que al diseñar un objeto, éste evidencie una función y al mismo tiempo una expresión. Por su parte, el acto creador es aquel que da existencia a algo nuevo, o sea, a un objeto o situación que no existía anteriormente. En este sentido, podemos diferenciar modos de la creación:
a)Innovación: es un invento o logro que relaciona partes anteriores, pero de tal modo que el resultado es algo nuevo.
b)Descubrimiento: es la percepción de algo ya existente, verbalizado en una ecuación, fórmula o concepto.
c)Intuición: es la percepción súbita y espontánea de una solución.

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