domingo, 14 de febrero de 2010

Faltan 100 días para la reapertura del Teatro Colón


© Mauricio Rinaldi (texto), Aldo Sessa (fotografía).

En la década de 1970 el Teatro Colón de Buenos Aires supo tener el mejor coro lírico del mundo. Este no es un caso aislado, sino que fue una época de grandes figuras en este teatro. No voy a hacer aquí un recordatorio de los músicos, cantantes, bailarines y maestros, tanto nacionales como extranjeros, que trabajaron allí (ya que no es el objetivo de este blog), pero sí debemos mencionar en este contexto a los valiosos diseñadores y profesionales dedicados a la escenografía, al vestuario y a la iluminación cuyo talento ha hecho posible las grandes producciones del Colón que colocaron a este teatro en el primer lugar del mundo. El sistema de autoproducción con el que contó el Teatro Colón hasta su cierre a fines de 2007 será ahora alterado negativamente ya que se desafectará casi un 70% del espacio antes destinado a la producción visual para ubicar allí, entre otras cosas, nuevas salas de ensayo.

Recuperar el primer lugar en el ámbito de la lírica mundial implica una fuerte acción del gobierno con un plan a largo plazo, pero también la recuperación de una consciencia de quienes trabajamos allí respecto del valor de nuestras tareas. Ahora, con el Colón cerrado, deberíamos tomar esta situación como oportunidad para desarrollar planes de formación y capacitación escenotécnica, ya que es una de las mejores maneras de recuperar ese primer lugar en el mundo lírico. La desaparición de algunos talleres y la expulsión de otros del interior del edificio del Colón provocarán una pérdida de tradiciones que definen un modo y una calidad de producción teatral. Sólo la implementación de actividades continuas y sostenidas en el tiempo orientadas a la formación y actualización de técnicos teatrales permitirá mantener vivos estos conocimientos y, además, desarrollar e incorporar otros nuevos. Nadie hará por nosotros lo que nosotros no hagamos.

En la década de 1980 hubo una temporada en la cual el programa de mano del Colón presentaba una fotografía de Aldo Sessa: la cabecera de bronce que tienen las butacas de platea con el número de ubicación, en este caso la platea número 1. Es el primer lugar del teatro, pero el teatro ya no tiene el primer lugar.

[+ info en www.teatrocolon.gov.ar ]

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